Siempre sucede y además, vienen de las personas más cercanas a nosotros, generalmente la familia.

Sabemos que vives bajo mucho estrés para que todo salga perfecto el gran día, pero te recomendamos antes que nada, tener paciencia y no perder los estribos ante la situación. Muy seguramente ya has tenido que pasar por estos momentos incómodos en por lo menos un punto. ¿Cómo resolverlo? ¿Qué tal este listado de preguntas?

¿Estás segur@ que estás list@ para dar este paso?

Aunque no lo creas, es la pregunta clásica de los padres y amigos. Sin embargo, muchas de las veces viene de un miedo reflejado: o es una persona que tiene un matrimonio que no ha sido exitoso del todo o es alguien con un claro miedo al compromiso.

Respuesta más apropiada: “Por supuesto, lo hemos pensado mucho y creemos que esta es la decisión correcta”. Tu seguridad y calma al contestar los dejará sin réplica.

¿Me vas a invitar?

Es verdad, no tiene NADA de tacto, pero te aseguramos que sucede. Imagina que tus compañeros de trabajo se enteran de tus planes a futuro (después de todo, es difícil que un anillo de compromiso pase desapercibido en sociedad, ¿no crees?) y se acerca alguno de ellos a preguntarte si lo tienes contemplado en tu lista de invitados. Incómodo, sí, pero no puedes prometer algo que no harás. Recuerda que entre más invitados haya, más se eleva el costo de la boda en general.

Respuesta más apropiada: “Aún no terminamos la lista de invitados. En realidad queremos que sea algo pequeño e íntimo con la familia; los tiempos no están para hacer gastos tan fuertes, ¿cierto?”

¿Puedo llevar a alguien?

Si la lista de invitados es flexible en tu boda, esta pregunta no representará problema alguno pero si no es el caso, debes dejar en claro desde el principio que, si esta persona recibió una sola invitación a la recepción, solamente él/ella está invitado.

Respuesta más apropiada: “Discúlpame de verdad, pero tenemos muchos gastos en puerta y no puedo agregar a alguien más a la lista.  No te preocupes, te va a encantar la mesa en donde te acomodamos”

¿Quién va a pagar la boda?

Si es alguien en quien tienes toda tu confianza, puedes contestar libremente pero si no quieres dar este tipo de datos, no hay por qué hacerlo. Guárdate este tipo de información, sobre todo si te genera incomodidad.

Respuesta más apropiada: Puedes bromear y decir “Es un benefactor secreto” o simplemente contestar con un “Prefiero que esos asuntos se queden entre mi prometid@ y yo”

¿Y para cuándo los hijos?

Esta pregunta incómoda no conoce barreras pues la vas a escuchar en infinidad de veces. No te lo preguntan de mala fe; simplemente es el paso que sigue en los “estándares sociales”.

Respuesta más apropiada: Ya sea que ustedes planeen o no el tener hijos, puedes responder con un sencillo “Vamos paso por paso. Primero nos casamos y luego veremos”.

P.D. Recuerda que todas las respuestas deben acompañarse de una sonrisa y mucha calma