Uno de los elementos más tradicionales en una boda es el ramo. Se dice que su origen data de la antigua Roma, cuando las novias solían llevar un ramo de ajo y hierbas aromáticas pues se creía que tenían el poder místico de alejar malos espíritus de su matrimonio. Fue hasta que la Reina Victoria se casó con el Príncipe Alberto, cuando decidieron cambiar el ramo por uno que incluyera flores frescas de olores agradables. En la época victoriana, era común que se le asignaran significados a cada flor en el ramo.

Hoy en día, la selección del ramo de novia depende de otros factores como los colores y la forma de las flores. Generalmente se seleccionan las flores favoritas de la novia o las que mejor combinen con el color base de la celebración.

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